domingo, agosto 17, 2008

La energía de un inventor aragonés (Siglo XVIII)

Emblema de la R.S.E.A.A.P.

En el siglo XVIII, el llamado siglo de las Luces, se creía en el Progreso y el hombre tenía fe en sus ideas. En el año 1776 se creó en Zaragoza la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, institución cuyo objetivo principal era fomentar el desarrollo económico y promover la investigación. El lema que eligió para su divisa expresa bien su vocación: “Florece Fomentando”.

Con este fin, se convocaban concursos para premiar las ideas y proyectos que favorecieran los adelantos científicos para permitir mejorar la Industria. Aspirando a uno de estos premios se presentó un joven aragonés, que trataba de encontrar soluciones milagro para muchas cosas. Transcribimos el texto que presentó, en el que se descubre la energía que desplegaba su imaginación.


Excelentísimo Señor,

Antonio Regás, vecino de esta ciudad de Zaragoza, mancebo mediero de seda, puesto a los pies de Vuestra Excelencia con el mayor rendimiento

Dice: que llevado de su afición a la maquinaria, sin más luz que la natural y sin más tiempo que el que le ha permitido la obligación de mantener su casa, se ha aplicado y entretenido en discurrir e idear algunas máquinas para diversos effectos y en el día presenta quatro, las que puestas en proporcionada quantidad tendrán a su parecer los effectos siguientes.

La primera, moler trigo u otra semilla y fundamentalmente serrar un madero sin más trabajo que el de una caballería que causará todo el movimiento, y de un hombre, que acercará el madero sin mucha difficultad lentamente, para que vaya corriendo la sierra. Si conviniere, sabrá hacer andante dicha máquina con solo agua, mudando algo de su artificio, escusando entonces el trabajo de la caballería y su gasto, y si pareciere añadir segundo molino en lugar de la sierra, lo hará del mismo modo andante, o con la caballería o con agua como se ha dicho.

La segunda, tendrá el effecto de quatro sierras andantes que contarán quatro tablas al mismo tiempo; lográndose con el artificio de la máquina que el madero que se corte se vaya acercando lentamente con el mismo movimiento, y todo este efecto lo harán solo dos hombres.

La tercera puede servir para picar dos limas al mismo tiempo, con la igualdad de las de los extrangeros, y bastará para lograr el effecto de esta máquina el trabajo de uno o dos hombres.

La quarta servirá para sacar agua de río, laguna, etc. con el beneficio de ocho bombas, cuyo movimiento le parece, podrá causar la misma agua que saquen, assí será continuo el movimiento y durará mientras huviere agua que sacar. Esta máquina tan ventajosa, especialmene para arsenales, no la tiene finalmente acabada ni se atreve a prometer seguramente su effecto por no saber las reglas del arte, otras le parece idearía para estos y otros effectos, si se hallase en otra proporción...


.
La Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, solicitó el parecer de un experto, de cuyo informe entresacamos algunos párrafos.


En quanto a la primera (máquina), siguiendo el tenor de su memorial, que es para moler trigo y aserrar a un mismo tiempo, entiendo que no es otra cosa que una taona puesta en uso en varias partes de nuestra España, con la particularidad de la sierra que le acompaña, en cuyo lugar pudiera también haber añadido otra muela para el mismo fin de moler trigo, pero ni una ni otra se pueden executar sin sobrecargar la potencia que tendrá que superar la resistencia y frotamiento de la sierra, o ya sea muela, o de las partes que la componen. Tiene además el defecto de necesitar un hombre para dirigir la sierra, bien que el autor manifiesta bastante numen para evitar este gasto mediante su genio imbentor, pero no podemos llamarle nuevo imbento aunque lo sea para el autor, por estar ya en uso en alguas partes.

La segunda máquina de las quatro sierras con el auxilio de uno o dos hombres, aun sin este gasto la usan los extrangeros y aún creo la hay en nuestra España.

La tercera de picar limas, aunque muy útil tampoco es nuevo imbento, respecto de tomar uso en varias partes, por lo demás están bien distribuidas....
”.

En la quarta máquina que es la de las ocho bombas de movimiento perpetuo es unicamente a donde padece grande equívoco el autor, esto no es posible ni puede darse en la naturaleza por no haber máquina adaptable, la del mundo movimiento de los astros y del sol, aun siendo la más perfecta, no puede servir de modelo según el célebre Newton que asegura que con el tiempo necesitaría de “omni onda manum enmendatricem desiderat” y es porque el Criador la quiso hacer perecedera, como todas las demás cosas y no eternas, y assí en vano se busca el “motu” perpetuo. Con todo, no puedo menos de recomendar el mérito y particulares talentos de este joben que manifiesta singular numen en la maquinaria y que si se le ayudase pudiera ser muy útil al común, y es más de admirar que sin principios físicos ni matemáticas haya sabido combinar tan bién los movimientos de las citadas quatro máquinas...”.

Isaac Newton

Del razonamiento del experto se deduce que en aquél tiempo se empezaba hablando de ciencia y se acababa filosofando o tratando temas de teología. En cuanto al “inventor”, parece ser que había presentado unas máquinas ingeniosas, pero que ya se estaban utilizando en otros lugares. Había llegado tarde... Y es que, quizás, antes de ponerse a inventar hubiera tenido que informarse de cuáles habían sido los últimos avances tecnológicos en ese campo.

En definitiva, fue una lástima que Antonio Regás malgastara su energía... Aunque reflexionar nunca es perder el tiempo, y, probablemente, la experiencia que adquirió diseñando sus artilugios la pudo aprovechar, después, para otros “inventos”.

María José Fuster.......

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